Mirko Macari, director del diario electrónico El Mostrador, dictó charla en Periodismo UDD. Seguir la pasión y pasarlo bien haciendo periodismo fueron algunos de sus consejos.

“Ser creativo, insolente y con pauta propia”. Eso es lo que exige a sus periodistas Mirko Macari, director desde hace 6 años de El Mostrador, diario electrónico que a pesar de su tamaño influye en la pauta política informando lo que otros no informan.

Invitado por la Escuela de Periodismo de la Universidad del Desarrollo, Macari conversó con la directora de la carrera, Loreto Daza, sobre lo que ha sido su trayectoria profesional en distintos medios de comunicación.

Periodista y Licenciado en Comunicación Social de la Universidad Andrés Bello, Macari ha trabajado en el Cuerpo Reportajes y Revista Sábado, de El Mercurio, el semanario La Nación Domingo y Revista CARAS.

“Hicimos cosas muy interesantes en La Nación Domingo. Golpeamos, renunciamos, nos echaron, me hicieron un oferta que no pude rechazar… Entonces a 2008, cuando llegué a El Mostrador, ya sabía cuando publicar, cuándo iba incomodar, etc. Eso se aprende en el oficio, no en la universidad.

Mariana Merino:
-Han sido los más duros contra algunos empresarios, por ejemplo contra Álvaro Saieh. ¿Reciben presión por esa pauta alternativa, suena mucho tu teléfono?

-Tenemos una institucionalidad: existe una muralla china entre la propiedad y la dirección. Son varios los dueños de El Mostrador y tienen prohibido llamarme. La forma de canalizar es a través del coordinador, que es un abogado, quien me transmite algunas cosas, pero la potestad de publicar es mía. Lo que manda es que la información tenga relevancia publica.

Marcela Lorca:
-¿Qué buscas cuando llega un periodista en práctica o recién egresado?

-Que sea creativo, insolente, poco convencional, que tenga energía, ganas. Puede que no escriba tan bien, pero eso se mejora. Que se equivoquen pero que tengan energía para buscar. No pueden proponerme la misma pauta que en La Segunda, por ejemplo. Ahora, yo no tomo alumnos en práctica porque tienen que tener temas, pauta, y no puedo estar dedicado a enseñarles.

Estudiantes:
-¿Qué aprenderíamos en El Mostrador que no encontraríamos en El Mercurio o La Tercera?

-Lo van a pasar bien. Cuando uno lo pasa bien, aprende, tu universo de mirar se amplía. En las escuelas de Periodismo no les enseñan neurociencia y deberían , porque a nivel cognitivo es lo mismo, consumimos información para entretenernos. Una nota latera llena de datos de Saieh es interesante para unos pocos, pero se puede hacer igual de entretenida que una sobre la “Crespita” Rodríguez.

-¿Qué distingue a tu diario electrónico de Emol y La Tercera.com?

-Es una forma de mirar distinta. Emol no tiene jerarquía, es un breaking news (noticias en desarrollo). Lo nuestro es jerarquizado y interpretado. Tenemos el mismo dato pero no le tenemos miedo al adjetivo. Procesamos la información y decimos lo que significa.

-¿Qué dejó de lado para lograr lo que quiso y ganó con sus decisiones?

-La decisión de cambiarme de Derecho a Periodismo es la mejor de mi vida. Cuando elegí la carrera, la decisión estaba tomada. Irme a La Nación, en lugar de quedarme en El Mercurio no se cuantos años más para ser editor de la revista del Agro, algo que no estaba en mi horizonte, también fue una buena decisión. Es como irse a un carrete, vas al que lo pasas mejor y en ningún otro lugar lo he pasado mejor que en los diarios.

-¿No te importó no ganar plata?

-Nunca me planté el tema de la pata. Me fui del Cuerpo de Reportajes a la revista El Sábado, esa decisión la tomé por mi hija. Estaba en un lugar que me gustaba, pero hacer un viraje era importante. Aprender a hacer una revista estuvo bien, es clave para el aprendizaje. Al final hice un número, Caras Poder, y me pelee con todo el mundo. Hice un número y me cambiaron todo, así que nunca más lo hice pero ese número ganó un premio.

Loreto Daza:
-¿Cómo te informas?

-Miro La Tercera, escucho la radio en la mañana, El Mercurio no lo leo salvo que me digan que hay algo. Se puede vivir sin El Mercurio, es muy aburrido. Se puede hacer un diario conservador y momio pero entretenido. El mostrador es un diario para la elite, no hacemos un diario para la señora juanita, pero tiene que ser entretenido.

-Sobre las revistas ¿Qué entregan?

-Yo creo en la cosa critica pero no en la gravedad y la revista te enseña a ser liviano. Tiene esa cosa glamorosa, frívola, materialista, pero inteligente.

-Entonces, ¿hay un camino a recorrer o simplemente hacer lo que a los alumnos les gusta?

-Uno tiene que aprender a escuchar la voz interior… me voy a convertir en la Pilar sordo del periodismo (risas). Por ejemplo, si te gusta la fotografía no escapes de eso. No se practica racionalmente, la energía es lo que te motiva, hay que dejarse llevar y no aferrarse a las cosas, ni tener miedo a dejar las pegas. Tienen que hacer lo que les gusta.