Hoy partimos nuestro día de una manera distinta. La Coti, una de nuestras compañeras, estuvo de cumpleaños, así que cómo no, un “Cumpleaños feliz” y un “Happy birthday” se hicieron escuchar en nuestro desayuno, iniciado de esta forma el último día de recorrido por Nueva York.
Itinerario que comenzó en la oficina de la misión chilena ante la Organización de las Naciones Unidas, donde fuimos recibidos por el embajador del país en este organismo, Octavio Errázuriz, con quien hablamos sobre la importancia de que Chile sea miembro no permanente del Consejo de Seguridad, postulación de la que en algunos días sabremos su resultado.
Estar en el lugar desde donde nuestro país intenta hacerse escuchar al exterior, fue una experiencia que nos ayudó a comprender cómo funcionan hoy las relaciones internacionales, ante un mundo que cambia constantemente y del que Chile no puede quedarse abajo.
Más tarde, recorrimos la sede de la ONU en Nueva York, donde nos encontramos con un universo de personas de distintas nacionalidades que hacen un esfuerzo, a veces más y a veces menos, para llegar a acuerdos sobre los asuntos que afectan a sus 193 países miembros.
Luego de esta visita tan importante, nos dirigimos a un ícono de esta ciudad; el Central Park, donde nos perdimos ante su inmensidad en las bicicletas que arrendamos para recorres sus senderos. Aun así y con el cansancio del ejercicio fue una experiencia espectacular, puesto que pudimos ver otra faceta de los neoyorkinos. Una en que los turistas parecen no existir y ellos se relajan ante lo espléndido de este parque.
Una vez que nos despedimos de este verdadero pulmón verde dentro del caos de Nueva York, llegó el momento de hacer las últimas compras de regalos, ropa, encargos y todo lo que uno no se imagina que pueda encontrar para llevar a Chile, para terminar el día en Ellen’s Stardust, restaurante en pleno Broadway que realmente nos dejó claro que esta ciudad sorprende hasta en los sitios más inesperados. Con sus meseros cantando canciones de musicales clásicos por todo el lugar, hizo que esta extensa jornada terminara de la mejor manera.
Creo que este fue el día que más disfrutamos de nuestra aún escasa permanencia en Estados Unidos, ya que pudimos compatibilizar nuestras actividades con la experiencia de estar en lugares emblemáticos de la Gran Manzana, como el Central Park y Broadway y recorrerlos con calma, observando detalles que antes habíamos pasado por alto. Pero, no todo está dicho. Todavía queda mucho por andar y Washington nos espera.
Alumna: Consuelo Cura
