Cuando La chupilca del diablo recibió el pudú dorado en Valdivia, el equipo presente también felicitó a Nadine Voullieme. La profesora de Sonido de Cine UDD no solo asesoró la mezcla sino que junto a su socio en Aural, el también profesor Mauricio Molina, realizaron la postproducción de la película.

«Es una prolongación de nuestro tema académico. Con la Chupilca fue bien especial porque los estudiantes hicieron un remontaje de la película para Valdivia, ‘un desabollado y pintura’, entonces hubo que mezclar y montar sonido nuevamente. Fue harta pega pero el resultado fue muy bueno», dice la profesora.

En este proceso no participaron los estudiantes, pero hubo tiempo para hacer una propuesta de sonido.

«El sonido de las locaciones se trabajó mejor, se remarcó el sonido de las constructoras en un barrio que está sufriendo transformaciones y que el protagonista se niega a dejar y se contrastó con interiores silenciosos, que hablan de su soledad. La película fluye mejor», explica Nadine.

Siguiendo con la alianza, en Aural también se hizo la postproducción de sonido de Volantín Cortao, la cinta de egreso 2012. La productora colaboró con el foley a manos de un artista profesional.

«Quedó muy bien porque ya venía con un buen trabajo de sonido. Quedamos súper conforme. Es bueno para nosotros porque conoces a las personas y los proyectos desde el origen. Y además existe una cercanía humana con los chicos».

La profesora destaca el trabajo de los estudiantes, que si bien no tienen una especialización, con las clases y el hacerse cargo de manera profesional de un largometraje salen mucho más preparados de la escuela.