Con once jornadas de rodaje completadas, “Entre colmillos y frenillos” avanza con paso firme hacia sus locaciones en Rancagua. Se trata de un largometraje estudiantil que mezcla humor adolescente, estética de colegio americanizado y una inesperada dosis de vampirismo local, dando vida a una sátira fresca y ambiciosa del cine de género.

La historia comienza en 1890, cuando el vampiro Tito Lastarria es sellado por cazadores. Más de un siglo después, despierta desorientado en pleno 2025 y, por error, termina inscrito en un colegio privado en Rancagua que parece sacado de una película estadounidense. Allí deberá adaptarse a una realidad que no comprende, mientras una campaña política busca convertir el miedo en espectáculo.

El proyecto es liderado por Julián Riveros como director y Agustina Sanhueza como productora ejecutiva, acompañados de un equipo de estudiantes que se desempeñan en todas las áreas creativas y técnicas, apostando por una propuesta cinematográfica que juega con referentes del cine pop, el absurdo y los códigos del coming-of-age.
El equipo ha convertido plazas, escuelas y calles en escenarios que fusionan lo local con lo global en clave paródica. Se han enfrentado a jornadas extensas de trabajo con muchos desafíos, sorteándolos siempre desde la creatividad.

El rodaje continuará durante mayo, y se espera que el film finalice su etapa de grabación a principios de junio. ¡Estamos muy orgullosos de su avance!