Titulada “Del aula a Rotterdam”, la actividad contó con la presencia de la directora del cortometraje, Paula Contreras, quien contó cómo se gestó este logro. “Hice el corto en 2018, cuando cursaba el segundo año de la carrera. Nos pidieron filmar un plano secuencia y decidimos hacer un plano del acoso que vive una joven en una fiesta, algo que la cámara comunica muy claramente ”, recordó. 

El resultado fue “Violeta”, un filme que pone en primer plano el tema del consentimiento y la normalización del acoso en nuestra sociedad. “Lo grabamos en tres noches, en mi casa y con un presupuesto pequeño, pero nos ha traído muchas retribuciones, porque no hay que olvidar que esto era un examen para la universidad”, agregó.

Tras cartón, Natalia Isotta se refirió a la internacionalización el corto: “Estuvimos en Rotterdam (Países Bajos) y en otros importantes festivales en Australia, EEUU, Francia Y Rusia, lo que fue increíble. Creemos que nuestros cortometrajes de escuela no tienen sentido en una sala vacía, por eso trabajamos en acercarlos al público, que es el momento en que las películas existen”.

Para finalizar, ambas cineastas y el estudiante de quinto año, José Ignacio Hernández, hablaron con los estudiantes sobre sus experiencias en la carrera, la vocación por la dirección y la producción, el largometraje de egreso que preparan Paula y José (“Donde el cielo toca tierra”), y el campo laboral de la carrera.

Waissbluth cerró la jornada con una reflexión sobre ello: “el mundo del trabajo ha cambiado notablemente con la autmatización, pero tendrá un efecto más potente sobre las carreras tradicionales que sobre carreras creativas como el Cine, porque el audiovisual es el lenguaje del siglo XXI y es central en la vida de las personas”.