Hace unos días, David Yáñez terminó su práctica profesional en Parox. Durante cuatro meses se desempeñó en el área de arte, como parte del equipo de Ambientación que dirigió el director de arte Sebastián Muñoz, en la nueva serie de Los Prisioneros que desarrolló la productora con Movistar. 

“Fue muy entretenida experiencia y muy dura también. Aprendí muchas técnicas para lidiar con muebles y espacios. Fueron casi 70 sets en dos meses: tres sets de base y otros dos o tres sets por día. Fue una yincana de montaje y desmontaje”, cuenta.

El desafío no era menor, se trata de una serie ambientada en los años ochentas. David anota en su currículo el haberse encargado de ambientación de “Las mujeres de mi casa”, largometraje de egreso que ganó el premio a la mejor película en Sanfic 2020.

“Fue una gran experiencia ambientar en dos semanas una casa, envejecerla, pintando las murallas, los muebles, crear un mundo que conectara con los tres personajes por separado y en conjunto”, recuerda. 

En estos momentos, David está haciendo su tesis sobre dos referentes de la Dirección de Arte en el cine chileno, quienes además fueron sus profesores: Rodrigo Bazaes (“Violeta se fue a los cielos”, “Machuca”) y Estefanía Larraín (“Neruda”, “No”).

“Se trata de un modelo comparado entre la propuesta de Rodrigo y la de Estefanía. El primero tiene su enfoque en la realidad, en la psicología de los personajes, algo que permite incluso oler la obra. Mientras que Estefanía lo hace desde la interpretación, con propuestas estilizadas y plásticas, de mucho riesgo. Ambos valoran mucho la investigación”, dice.

-¿Cuáles ramos te ayudaron a definir tu futuro?

-Mis asignaturas favoritas fueron las que trabajaban en base a la emoción, como Dirección de Arte, Dirección de Actores, y Taller de Título. Además, los contactos y oportunidades que nos abre el tener como profesores a grandes cineastas, que ayudaron a entender lo que quería hacer profesionalmente.