El curso de Ética, guiado por el profesor Francisco Schüler, recorrió el Museo de la Memoria y desarrolló un trabajo, desde un punto de vista ético, sobre la existencia de este tipo de espacios y su relación con la sociedad civil.

Ocurrió en los días posteriores a la conmemoración de los 45 años del Golpe de Estado de 1973 y la discusión sobre el contexto que siguió a la salida de Mauricio Rojas del Ministerio de las Culturas. Así fue como el diálogo sobre el tema en clases de Ética continuó con una visita al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

Los alumnos de 3er año, la mayoría parte de una generación nacida a fines de los noventas, pudieron conocer con parte de la historia trágica de nuestro país archivada en el museo, la que «se dio como parte de una salida a terreno y cuya impresión fue de interés, reflexión y conversación crítica», explicó el profesor del ramo, Francisco Schüler.

El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (PINCHA AQUÍ) es un espacio destinado a dar visibilidad a las violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado de Chile entre 1973 y 1990; a dignificar a las víctimas y a sus familias; y a estimular la reflexión y el debate sobre la importancia del respeto y la tolerancia, para que estos hechos nunca más se repitan.

«El objetivo fue el de vincular la temática de los Derechos Humanos con la dimensión ética, social y pública», agrega Francisco, quien posteriormente instó a los estudiantes a desarrollar un informe de, máximo, 3 páginas, sobre lo aprendido, observado, y pensado críticamente, y que explique conclusivamente por qué es importante desde un punto de vista ético la existencia de este tipo de espacios y su relación con la sociedad civil.