Hero Image

Noticias

Los desafíos de las escuelas de cine marcaron Mesa Redonda del SANFIC

Un interesante encuentro se realizó el jueves 19 de agosto en Lastarria 90. La asociatividad y la educación en terreno estuvieron en el centro del debate en que participó el director de la Escuela de Cine UDD, Marcelo Ferrari y los directores de cine de otras cuatro instituciones.

Varias conclusiones salieron a flote el jueves 19 de agosto en el Centro Cultural Lastarria 90, donde se realizó la Mesa Redonda “La universidad y las escuelas como productoras de cine”. Una instancia organizada por el SANFIC y que contó con la presencia del Director de la Escuela de Cine de la Universidad del Desarrollo, Marcelo Ferrari, además de representantes de las otras instituciones dedicadas a formar cineastas nacionales, como DuocUC, Escuela de Cine de Chile, UNIACC, la Escuela de Cine y la Universidad de Chile.

La jornada estuvo aderezada con la exhibición de videos que mostraron los trabajos nacidos de las diferentes escuelas de cine presentes, lo que demostró la gran variedad de miradas de los alumnos, pero sobre todo la importancia del mundo académico en la producción de cinematografía, con apoyo técnico y hasta financiamiento. Un involucramiento, sin embargo, que ha generado una suerte de ensimismamiento en las diferentes instituciones.

“Tenemos una industria profesional pequeña con personas tratando de cumplir sus sueños, creando y haciendo negocios, pero la actividad está parcelada por grupos de trabajos, gremios y universidades”, señaló Marcelo Ferrari, “tenemos que aprender a colaborar entre nosotros de la mayor cantidad de maneras posibles”.

Con el tema puesto sobre la mesa, los panelistas lanzaron ideas para lograr ese objetivo, sin perder sus propios sellos. Miguel Ángel Vidaurre, director de la Escuela de Cine de Chile propuso que las escuelas se conviertan en organismos catalizadores, que impulsen la distribución y creen circuitos con las obras de los estudiantes. “Con la cantidad de auditorios que tenemos se podría hacer, en vez de estar dando películas que uno puede conseguir en DVD”.

“Hay que recordar que los momentos más brillantes del cine de este país se hicieron con las escuelas de cine como protagonistas: el Instituto de Cine Experimental, el de Artes de la Comunicación de la Católica y los de la Universidad de Valparaíso y Católica de Valparaíso. Y lo que tuvieron en común fue haber funcionado como productoras”, sostuvo el director de la carrera de Cine de la UNIACC, Edgardo Viereck, “el desafío es cómo repetimos esa experiencia en un mundo globalizado, hipertecnologizado y muy competitivo”.

SELLOS Y EXPERIENCIA REAL

Hoy la tecnología se ha desarrollado tan extraordinariamente que cada día tiene menos importancia a la hora de crear un filme. La realidad técnica de las escuelas de cine en Chile es más o menos transversal. El verdadero problema de la actividad local está en la distribución y la llegada de las obras al público. En el caso de la Escuela de Cine UDD, su forma de enfrentar esta realidad es el vínculo con el mundo real mediante el programa Educación en Terreno, una alianza con siete dedicadas a diferentes áreas del cine.

“Nosotros tomamos una decisión bien desprejuiciada, que es el vínculo con el mundo del trabajo: levantar fondos, distribuir, negociar con los canales de tv. Nuestro sello es la educación en terreno, pero no es le centro de la educación porque eso sería formar ingenieros comerciales y no cineastas”, explicó Ferrari, “sin embargo es muy importante que conozcan ese mundo”.

La Jefa de Carrera de Cine y Televisión de la Universidad de Chile, Macarena López concordó con el director de nuestra carrera. “La asociatividad es muy necesaria. Por eso nosotros exigimos 600 horas de práctica, para que así nuestros estudiantes vayan generando redes”.

Sin embargo no todos coincidieron en ese punto. El Director de la carrera de Comunicación y Técnico Audiovisual de DuocUC, David Perera, sostuvo que “con una producción llena de practicantes no se fomenta la industria, porque hay productoras que viven del arriendo de equipos y existen profesionales en puestos claves que están siendo llenados con practicantes. Creo que hay nichos donde podríamos involucrarnos estratégicamente, como la creación: apoyar los pilotos, ofrecer a profesores y a recién titulados, espacios para que hagan sus pilotos”.

Por último Edgardo Viereck, defendió el ejercicio de los alumnos en terreno: “Trabajar con Raúl Ruiz, es algo que no tiene precio y esos 25 días que los alumnos trabajan con él yo no se los puedo entregar en la escuela. Estoy convencido de que no le hacemos daño a la industria con una figura asociativa de ese tipo. Estamos trabajando con lo que viene no con lo que está ocurriendo hoy. Lo que veo es que si llegáramos a asociarnos como circuito, con un modelo de negocio y producción, ahí si nos volveríamos peligrosos, pero no para ese sector de la industria, sino para los exhibidores y las cadenas que no dan cabida al cine chileno”.